Una de esas tardes donde estas seguro de que va a llover,
sin nada que te acompañe, ni si quiera la puta ilusión, tomas el primer camión
que encuentres, porque sabes perfectamente que todos los camiones que
conoces te llevan al mismo maloliente
lugar, observar las calles grises y las caras duras y viceversa, cada puto
anuncio de toda una vida que no te importa, politica, religion, tradicion,
ninguna aportacion para generar una nueva emoción. Piensas en todo y no piensas en nada, sabes
que quieres llegar a tu putrefacto destino, porque alla no importa nada, ni lo
bueno ni lo malo, si compartes algo, les da igual. Voy camino al infierno, con
esperanza de ver caras conocidas ahí. El
infierno es un lugar muy pequeño y lleno de amigos, es un cuarto 2x4 que huele
a hierba, cerveza , y hot cakes. Vasos
sucios, gente mas sucia, algunos duermen en el piso, otros escuchan algo
parecio al sonido que hace la estatica, otro tipo cocina, cocina con magia y me
invita un poco…
No hay comentarios:
Publicar un comentario