Los hombres del espacio visitaban el bar amenudo. No era un bar de esos comunes & cualquiera donde solo se consume algo de alcohol barato & se habla sobre trivialidades... era un bar de antaño... donde aun se jugaba domino terrestre & debes en cuando se bailaba danzon.
Una noche mientras me encontraba de visita por esos lares... me encontré con un sujeto muy apuesto de mirada intrigante... su nombre no lo recuerdo; se que venia de la tierra al igual que yo acentos diferentes, matices distintos del color de piel, creecias diferidas, & gustos no muy compatibles... pero teníamos una cosa en común...
El lugar que llamábamos hogar se encontraba a miles de años luz de distancia, me sugirió que bailáramos una pieza; por cortesía acepte. No se bailar, nunca lo hecho; ni en la tierra ni aquí, ni en el siguiente planeta ... pero he aceptado;
~Teléfono a larga distancia~
Trate de contener las lágrimas... Su mano rodeo mi cintura & he de aceptar que me sentí muy pero muy avergonzada... estoy segura que si no trajera esas extrañas botas metálicas, sus pies le dolerían tanto de las pisadas accidentales que le he puesto...
Su mirada me recordaba aquel abrazo que había dejado guardado en mi cajón de las memorias dentro de la mente... su mirada me llevaba a mi mejor fotografía mental sobre la infancia remota... esa mirada era tan dulce & tan profunda que la mismísima miel espesa de la tierra ... es una insignificancia...
no me he vuelto enamorada... desde años luz atrás...
ni lo haría de nuevo... justo a tiempo la pieza había terminado...
dos segundos más de canción & seguramente me habria puesto a mencionar que me encantaban los beatles, que el color verde era mi favorito, que el olor a césped recién cortado era magnifico & que su mirada hacia ridiculizar cualquier obra de arte sobre la faz de nuestro planeta lejano...
Pero no lo hice... el se marcharía en cualquier segundo dejando atrás ese pequeño instante romántico perdido... como cualquier estrella ... en el infinito & magnifico espacio...
De pronto suena el transmisor... Creo que debe marcharse.
Me dedica una sonrisa; no se si por cortesía no se si por amabilidad o su sentido humano que se a activado por casualidad.
-Me Tengo que ir; a sido un placer...-
Se marcha lentamente como los atardeceres junto al mar... lejos en el horizonte... mientras yo sentada al fondo de aquel bar le observo... habrá sido un sueño... una alucinación o la realidad....
demasiado tiempo vagando para darme cuenta de lo que es verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario